Aunque a veces los aceites esenciales funcionan súper rápido y pensamos que son mágicos, ¡qué crees! que no lo son. Para que funcionen de mejor manera es muy importante que los uses con constancia, es decir varias veces al día. Los puedes utilizar de tres formas: Tópicamente: sobre la piel, como una crema. Aromáticamente: ya sea en el difusor, o poniendo una gota en la palma de tu mano e inhalar el aroma que despide el aceite esencial o simplemente abriendo un frasco e inhalando directamente. Internamente: si tus aceites son 100% puros, los puedes ingerir ya sea sublingualmente, como agua de uso, en cápsulas vegetales o en un té.…