Hay ocasiones en las que al utilizar un aceite esencial de forma tópica te puede producir irritación en la piel, sobre todo si usas aceites calientes como la canela, cassia, clavo, orégano o tomillo.
La reacción inmediata es irte a echar agua, pero esa acción no te será de utilidad ya que los aceites esenciales no son solubles en agua.
Lo que debes obviamente es dejar de utilizar ese aceite inmediatamente y ponerte un aceite portador como el aceite fraccionado de coco o de argán hasta que pase la irritación. También te puede ayudar quitar el aceite esencial con un trapo y aplicar aceite fraccionado de coco alternadamente hasta quitar los restos de aceite esencial que pudieran quedar en tu piel.
Otra opción que te puede ayudar es echarte leche ya que la leche contiene grasa y los aceites esenciales son liposolubles. Solo asegúrate que la leche que uses sea entera y no descremada.
